¡HOLA, SOY BORJA RODRÍGUEZ!

Durante años dirigí una empresa con más de treinta empleados.

Era cuando creía que tener una empresa grande era lo mismo que tener éxito.


Hasta que entendí que no tenía un negocio, tenía una condena. Ese día empecé a buscar una alternativa.


Hoy ayudo a empresarios de todo el mundo a liberarse de su jaula de oro y a construir un modelo que de verdad les dé libertad.

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El peso oculto que soportas

Facturas, sí. El banco está contento, tus clientes también… pero tú no. Porque la verdad es que tu negocio se sostiene solo porque tú estás ahí, remando como un loco cada día.

La gente de fuera ve resultados, pero no ve que duermes poco, comes mal y vives pegado al móvil. Y lo peor es esa sensación permanente: si aflojo un poco, todo se hunde.

¿Te suena? Claro que sí. Es lo que pasa cuando confundes “tener empresa” con “tener libertad”. No tienes un negocio, tienes una condena disfrazada de éxito.

El coste de seguir igual

El dinero va y viene, pero el tiempo no vuelve jamás. Y lo sabes.

Cada día que mantienes este modelo, pagas un precio que no aparece en tu contabilidad: horas con tu familia que se esfuman, viajes que pospones “para el año que viene” y nunca haces, salud que se desgasta en silencio mientras tú aguantas otro día más.

Lo más caro no son los impuestos. Lo más caro es la vida que pierdes mientras te crees muy ocupado siendo imprescindible.

El enemigo real

Te repiten que el problema es la competencia, la economía o esos clientes pesados que cada vez piden más por menos. Y sí, todo eso molesta. Pero la verdad incómoda es otra: el verdadero enemigo es tu modelo de negocio.

Ese sistema que parece sólido pero que solo funciona mientras tú lo empujas. Por eso nunca puedes soltar. Por eso cada decisión, cada llamada y cada detalle dependen de ti.

¿Resultado? Vives como empresario de nombre, pero en la práctica eres el empleado peor pagado de tu propia empresa.

Lo que en el fondo deseas

No quieres otra factura más. No quieres otra reunión. No quieres más horas en la oficina.

Lo que quieres es vida: viajar sin mirar el móvil cada cinco minutos, disfrutar con tu familia sin sentir culpa, ganar dinero sin hipotecar tu salud.

Eso no es ambición desmedida. Es lo mínimo. Lo que debería tener cualquier empresario después de tantos años peleando. El problema es que tu modelo actual no te lo va a dar jamás.

PERO NO TE CUENTAN TODO

La Alternativa

Tu negocio es un barco. Llevas años remando con todas tus fuerzas, y sí, se mueve. Pero el día que dejas de remar, se queda quieto. O peor, retrocede.

La solución no es hundir el barco y empezar de cero. La solución es ponerle un motor. Un sistema que lo impulse aunque tú decidas parar.

Ese motor existe. No es magia ni humo. Es un modelo digital, global, probado, que ya está funcionando para empresarios como tú. Y cuando lo ves en marcha, entiendes algo que nunca habías sentido: que por fin puedes soltar el remo y seguir avanzando.

Qué vas a encontrar en mis emails

Lo que no vas a encontrar es motivación barata ni frases de póster. Tampoco tutoriales técnicos que solo entienden los frikis digitales.

Lo que sí vas a encontrar es un email al día. Corto, claro, sin anestesia.

A veces será una colleja que te haga pensar en serio. A veces, una estrategia que puedes aplicar desde hoy mismo. Otras, la historia de un empresario que, igual que tú, se cansó de ser esclavo de lo que construyó y decidió cambiar.

Todos los días un recordatorio de que tu negocio no debería ser tu cárcel. Y de que existe otra manera.

¿QUIERES CONOCER MI SISTEMA?

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